sábado, 16 de octubre de 2010

¡Feliz Día de la Lealtad!

El 17 de octubre de 1945 quedó sellada de forma indestructible la unión que Perón venía forjando con los sectores mas postergados y desprotegidos de la sociedad desde su asunción en la Secretaria de Trabajo y Previsión, en junio de 1943 .
Las clases acomodadas no soportaban la revolución pacífica que entonces Perón venía llevando a cabo. Les repugnaba que fuera escuchados y puestos en la superficie de la sociedad aquellos que siempre habían sido sometidos a todas la obligaciones, pero que jamás habían gozado de ningún derecho. Pero fundamentalmente odiaban que ese funcionario salido del pueblo, que vivía y sentía como tal, les brindara soluciones favorables a sus reclamos e hiciera justicia.
Es por ello que no vieron mejor alternativa que encarcelarlo. Pero subestimaron al pueblo y no contaron con que éste ya estaba identificado como una masa colectiva homogénea, con una verdadera conciencia de clase, dispuesto a hacer lo imposible para no retroceder ni un solo paso en las conquistas logradas. Reclamaron la inmediata liberación de su líder.

Así fue, que los sectores populares ganaron las calles, marcharon y se manifestaron en la Plaza de Mayo, provocando la mayor concentración espontánea de la historia y logrando la puesta en libertad del líder de masas más importante de nuestra historia.

Hoy, tal como ayer, con un proyecto político que recogió las banderas que Perón y Evita construyeron, nos encontramos atravesando los mismos intentos desestabilizadores que a mediados de siglo pasado.


Está en nosotros alcanzar nuevamente la heroica victoria del 17 de octubre, renovando la lealtad al proyecto nacional y popular. Necesitamos derrotar definitivamente los intereses foráneos de la siempre antinacional e impopular oligarquía argentina.

Ayer, hoy y siempre, ¡Viva Perón Carajo!
Compañero Diego Ramírez



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